En la celebración de hoy recordamos que Jesús deseaba ardientemente celebrar la Pascua con sus amigos. La Pascua judía festeja el hecho de ser libre; festeja el haber pasado de la esclavitud a la libertad.
Y fue durante esta cena pascual, que Jesús hizo un gesto inhabitual: se levantó de la mesa para lavar los pies a sus discípulos. De alguna manera indicó cómo utilizar nuestra libertad. Nuestra libertad es para servir, para amar.
Jesús no pide ritos de purificación; no pide que cada uno limpie sus propios pies. Jesús pide que nos lavemos los pies los unos a los otros, es decir, que pasemos de una vida centrada en uno mismo al amor acogedor a los demás. Y nos dice que seremos felices, si lo ponemos en práctica…
Que nuestra celebración de hoy sea fiesta de libertad, de servicio y de amistad.